5 razones por la que los psicólogos no pueden atender familiares y amigos
Esta es una pregunta muy recurrente que nos hacen a los psicólogos. Y en este artículo de hoy tengo como objetivo poder responderla.
Imagina por un momento que estás en una posición donde tienes que dar consejos objetivos y profesionales… Pero la persona frente a ti no es un cliente cualquiera, es alguien que conoces profundamente. Tu mejor amigo, tu hermano, tu pareja. Ya el panorama parece complicado, ¿verdad? Esa es precisamente la razón por la cual los psicólogos evitan atender a familiares y amigos. Pero, ¿qué más hay detrás de esta decisión?
Tabla de contenidos
Se pierde la objetividad
Cuando se trata de gente cercana, mantener la neutralidad es un verdadero desafío. Es complicado ser imparcial con alguien cuyos secretos, miedos y esperanzas conoces de memoria.
Los límites se vuelven borrosos
Mezclar relaciones personales con las profesionales puede hacer que las aguas se enturbien. ¿Dónde termina el rol del amigo y empieza el del terapeuta? Es esencial tener claro este límite para que la terapia funcione.
Puede cambiar tu relación para siempre
Abordar temas profundos puede revelar aspectos desconocidos o secretos que modifiquen la percepción mutua. Y, muchas veces, lo que se descubre en la terapia no se puede dejar atrás tan fácilmente.
La presión emocional puede ser abrumadora
Imagina cargar con la responsabilidad de la salud mental de alguien a quien quieres, además de mantener tu relación personal con él. Esa doble carga emocional puede ser más dañina que beneficiosa.
El secreto profesional y la privacidad
Mantener en secreto lo aprendido en terapia, cuando afecta directamente tu relación personal, es un desafío enorme. La confianza en ambas relaciones depende de esta separación.
Conclusión
Atender a familiares y amigos en un contexto terapéutico presenta desafíos únicos que van más allá de la mera prestación de servicios psicológicos. La objetividad, los límites claros, el impacto en la relación, la carga emocional y la privacidad son aspectos críticos que pueden complicar seriamente la dinámica entre el terapeuta y el paciente. Esto afecta a todos los profesionales, tanto en la psicología presencial, como si consultas con un psicólogo online.
Por eso, aunque pueda parecer tentador ayudar a quienes más queremos desde una posición profesional, en realidad, lo más saludable para ambas partes es mantener esas relaciones separadas. Quizás la mejor alternativa es derivarlos con un psicólogo alternativo, que no sólo permitirá proteger nuestra relación conellos, sino que también les permitirá obtener ayuda en salud mental de forma profesional, sin sesgos ni con pérdidas de objetividad.
Así que ya sabes, si le pides a un familiar o amigo psicólogo que quieres ser su paciente, seguramente te dirá que no puede, y ya sabes las razones.